El número de bebés nacidos en Estados Unidos con síntomas de
adicción a los opiáceos se triplicó en la década 1999-2009, según un
estudio publicado por la revista American Medical Association.
El informe, que es el primero de su tipo en Estados Unidos y está basado en los registros de más de 4.000 hospitales del país, resalta que uno de cada 1.000 bebés recién nacidos resultó afectado en 2009.
Además, el número de mujeres embarazadas que dieron positivo por consumo de opiáceos legales o ilegales se quintuplicó en el mismo periodo.
Para los autores del informe, parte de la culpa está en el abuso de analgésicos vendidos bajo receta médica.
Hallaron que en 2009, unos 13.500 bebés nacieron con síndromes de abstinencia, casi uno cada hora.
Síntomas y problemas
"El síndrome de abstinencia neonatal está caracterizado por un amplio rango de señales y síntomas", dice el informe.
Entre esos síntomas están la creciente irritabilidad, temblores, intolerancia a la alimentación, ataques y dificultades respiratorias.
Muchos, incluso, necesitaron un tratamiento con la droga metadona, que sirve de reemplazo a los opiáceos, para ayudarles a recuperarse de la dependencia.
Los síntomas, según los autores, fueron descritos entre el 60% y el 80% de los bebés recién nacidos que fueron expuestos a la heroína o a la metadona en el útero.
Eso quiere decir que no todos los bebés nacidos de mujeres que consumieron opiáceos durante el embarazo mostraron los síntomas.
Los bebés "parecen estar incómodos, a veces respiran algo más rápido. Se rascan las caras", dice Stephen Patrick, de la Universidad de Michigan y quien trabajó en el informe.
Carga médica
El informe explica que los "recién nacidos con síndrome de abstinencia neonatal sufren hospitalizaciones iniciales más largas y frecuentemente complejas y costosas".
Los bebés permanecieron en el hospital durante 16 días en promedio, comparado con los tres días que permanecen los bebés saludables.
Como muchos nacieron de madres que tienen derecho a recibir ayuda financiera por sus costos médicos, el estudio dice que esto es una seria carga para los presupuestos de salud.
Los investigadores añaden que muchas mujeres embarazadas estaban tomando legítimamente analgésicos opiáceos bajo receta médica, pero advirtieron que debe hacerse más para encontrar maneras de proteger de drogas muy poderosas a los bebés que todavía no han nacido.
Patrick dijo que los hallazgos revelan "que los opiáceos están convirtiéndose en un problema grande en este país".
Un editorial en la revista que acompaña el estudio dice que mientras esos medicamentos opiáceos ofrecen un "control del dolor superior", también han sido "recetados con exageración, desviados y vendidos ilegalmente, lo que crea un nuevo camino para la adicción a los opiáceos y un problema de salud pública para la salud maternal e infantil".
En 2011, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) advirtieron que el abuso de analgésicos en Estados Unidos había alcanzado "proporciones epidémicas".
Dijo que las sobredosis de analgésicos causan más muertes que la heroína y la cocaína juntas.
El informe, que es el primero de su tipo en Estados Unidos y está basado en los registros de más de 4.000 hospitales del país, resalta que uno de cada 1.000 bebés recién nacidos resultó afectado en 2009.
Además, el número de mujeres embarazadas que dieron positivo por consumo de opiáceos legales o ilegales se quintuplicó en el mismo periodo.
Para los autores del informe, parte de la culpa está en el abuso de analgésicos vendidos bajo receta médica.
Hallaron que en 2009, unos 13.500 bebés nacieron con síndromes de abstinencia, casi uno cada hora.
Síntomas y problemas
"El síndrome de abstinencia neonatal está caracterizado por un amplio rango de señales y síntomas", dice el informe.
Entre esos síntomas están la creciente irritabilidad, temblores, intolerancia a la alimentación, ataques y dificultades respiratorias.
Muchos, incluso, necesitaron un tratamiento con la droga metadona, que sirve de reemplazo a los opiáceos, para ayudarles a recuperarse de la dependencia.
Los síntomas, según los autores, fueron descritos entre el 60% y el 80% de los bebés recién nacidos que fueron expuestos a la heroína o a la metadona en el útero.
Eso quiere decir que no todos los bebés nacidos de mujeres que consumieron opiáceos durante el embarazo mostraron los síntomas.
Los bebés "parecen estar incómodos, a veces respiran algo más rápido. Se rascan las caras", dice Stephen Patrick, de la Universidad de Michigan y quien trabajó en el informe.
Carga médica
El informe explica que los "recién nacidos con síndrome de abstinencia neonatal sufren hospitalizaciones iniciales más largas y frecuentemente complejas y costosas".
Los bebés permanecieron en el hospital durante 16 días en promedio, comparado con los tres días que permanecen los bebés saludables.
Como muchos nacieron de madres que tienen derecho a recibir ayuda financiera por sus costos médicos, el estudio dice que esto es una seria carga para los presupuestos de salud.
Los investigadores añaden que muchas mujeres embarazadas estaban tomando legítimamente analgésicos opiáceos bajo receta médica, pero advirtieron que debe hacerse más para encontrar maneras de proteger de drogas muy poderosas a los bebés que todavía no han nacido.
Patrick dijo que los hallazgos revelan "que los opiáceos están convirtiéndose en un problema grande en este país".
Un editorial en la revista que acompaña el estudio dice que mientras esos medicamentos opiáceos ofrecen un "control del dolor superior", también han sido "recetados con exageración, desviados y vendidos ilegalmente, lo que crea un nuevo camino para la adicción a los opiáceos y un problema de salud pública para la salud maternal e infantil".
En 2011, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) advirtieron que el abuso de analgésicos en Estados Unidos había alcanzado "proporciones epidémicas".
Dijo que las sobredosis de analgésicos causan más muertes que la heroína y la cocaína juntas.
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