lunes, 29 de agosto de 2011

Los tiempos que vivimos


Por John Berger publicado en SinPermiso.info

La tarde del 8 de agosto, que fue el tercer día de combates callejeros en Croydon, un suburbio de Londres, los jóvenes manifestantes le prendieron fuego a algunos edificios, incluida una tienda de muebles que estuvo ahí por muchas generaciones. A partir de las imágenes aparecidas en la pantalla de televisión pensé que me era conocida. A finales de los años 30, mi madre solía ir a Croydon de compras una vez a la semana, y con frecuencia yo la acompañaba. Le ayudaba a cargar las cosas y, ya que éramos dos, lo volvíamos una salida, lo que significaba irnos al cine a la función de la tarde.

Primero nos íbamos al mercado de la calle Surrey, luego a unos almacenes grandes, y finalmente salíamos triunfales al Cinema Odeon, que quedaba casi que en la puerta de junto. En estas ocasiones mirábamos siempre estrenos de Hollywood, y después los comentábamos. Gracias a mi madre y a estas películas, desde la edad de 10 u 11 años comencé a aprender un poco de lo que era narrar historias. (¡Ah!, Howard Hawks, Capra, Dieterle, Archie Mayo...)

El 8 de agosto los jóvenes se amotinaron porque no tienen futuro, no tienen palabras y no tienen sitio alguno donde ir. Uno de ellos, arrestado por saqueo, tenía 11 años.

Al mirar las escenas del levantamiento de Croydon quería yo compartir mis reacciones con mi mamá, muerta hace ya mucho tiempo, pero no estaba a la mano, y supe que esto ocurría porque no podía acordarme de los almacenes a los que íbamos antes de apresurarnos al cine. Busqué persistente el nombre y no pude invocarlo. De repente vino a mí: Kennards. ¡Kennards! Y de improviso mi madre estaba ahí, mirando conmigo la pedacería de imágenes de los motines en Croydon. El saqueo es consumismo que se trepa a la cabeza y tiene los bolsillos vacíos.

Es extraño cómo pueden asociarse tanto los nombres a una presencia física personal, aun ese nombre tan distante como Kennards. Tales nombres operan cual contraseñas.

* * *

El lago en medio de las montañas es muy profundo y tiene como 70 kilómetros de largo. El Ródano fluye atravesándolo. Entre los peces que se crían aquí está el salvelino, o trucha salmonada, muy aclamado por los gourmets. El salvelino pertenece entonces a la familia del salmón. Cuando es pequeño es un pez casi transparente, como un pañuelo de seda azuloso; cuando es grande llega a pesar 15 kilos. Al acercarse la temporada de desove, los costados ventrales y las aletas pectorales de los machos adultos se tornan de un naranja rojizo.

En el lado sur del lago hay un poblado en una colina, y entre la colina y la orilla del lago hay espacio para un pequeño puerto, un maleconcito con cafés, una piscina, una angosta playa de guijarros, juegos para niños, prados y palmeras, y en los días de verano, como en agosto, todo esto se conjunta para volverlo un modesto destino turístico en miniatura, a la orilla del agua. Quienes se reúnen ahí están de vacaciones. Han dejado atrás, en alguna parte, sus vidas cotidianas. Tal vez a pocos kilómetros, tal vez a cientos, pero se vaciaron a sí mismos. La raíz etimológica de la palabra vacación proviene del latín vacare, vaciarse, liberarse.

Si uno camina ahí, tiene que buscar el paso –pues el espacio es angosto y muy pequeño entre tantas reclinadas libertades.

La mayoría de las mujeres y los hombres que vacacionan aquí está entre los 30 y los 50 años. Descalzos, con las piernas desnudas, se tiran en toallas al sol o a la sombra de los árboles; otras personas nadan con sus niños, o se recuestan en sillas. No hacen grandes proyectos, porque el lugar es diminuto y su tiempo aquí muy breve. (Es por eso que las horas se alargan.) No hay fechas límite. Hay pocas palabras. El mundo y su vocabulario, los cuales normalmente repiten aunque no crean en ellos, se quedaron atrás. Aquí están vacíos. No hacen nada.

Y sin embargo, no es tan así. Llegan a ellos pequeñas bendiciones y ellos las colectan. En gran parte estas bendiciones son recuerdos –pero confunde llamarles así porque al mismo tiempo son promesas. Así pueden acumular los placeres que recuerdan y las promesas que tal vez no apliquen en el futuro del que con tanto gusto se vaciaron, sino que de algún modo se pueden aplicar al breve presente vacío que disfrutan.

Tales promesas son físicas, sin palabras. Algunas pueden verse, algunas pueden tocarse, algunas oírse, algunas degustarse. Algunas no son sino mensajes en el pulso.

El sabor del chocolate. La longitud del cabello empapado de la hija. La forma en que él se sonrió temprano esta mañana. Las gaviotas encima de la lancha. Las patas de gallo en las comisuras de los ojos de ella. El tatuaje que lo hizo molestarse tanto. El perro con su lengua que le cuelga por el calor. Las promesas de tales cosas funcionan como contraseñas: contraseñas hacia expectativas previas acerca de lo que es la vida. Y los que celebran a la orilla de lago van acumulando estas contraseñas, las reconocen, las susurran y todo les recuerda sin palabras esas expectativas, que viven de nuevo subrepticiamente, todo el tiempo.

* * *

Muy poco o nada en las vidas que llevan vividas hasta ahora los muchachos de Croydon les ha confirmado o le da aliento a expectativas de esta índole. Y así, viven aislados pero juntos, en el presente, violento al punto de la desesperación.

John Berger es un escritor británico, novelista y critic de arte. Entre sus muchos libros: Selected Essays of John Berger and About Looking.

Traducción para La Jornada: Ramón Vera Herrera


viernes, 26 de agosto de 2011

Jovenes mueren tras horas sentados fente a un video juego

Por Alvin Reyes

Zygmunt Bauman es uno de los pensadores contemporáneos que mejor ha delineado los problemas de la post modernidad al desarrollar el concepto de “modernidad liquida”. La razón de ser de este blog es contribuir a la difusión del pensamiento de Bauman, no solo con artículos y entrevistas de filósofos y sociólogos (Bauman, Lipovetsky, Mañón, Munnigh, Munford), sino además con noticias que demuestren que los pensadores que sostenemos que la sociedad hipercapitalista, hiperconsumista e hiperindividualista ha entrado en un periodo vertiginoso de decadencia tenemos la razón.

Si alguna duda queda sobre esta decadencia léanse a continuación el resumen de noticias que colocamos a continuación, después de leerlas reflexione un poco acerca de nuestro futuro como sociedad.

(Estas noticias fueron recogidas en Taringa!)

Otra muerte causada por un videojuego


Otra vez una noticia trágica tiñe de negro el mundo de los videojuegos. Esta vez ocurrió en China, donde una persona falleció por una afección cardíaca después de haber jugado por mas de 3 días seguidos en un cyber, según trascendió en el medio Chino Beijin News.

El hecho ocurrió frente a la computadora cuando el hombre se desplomó y murió antes de llegar al Hospital. El local donde ocurrió la tragedia abrió nuevamente horas después.

Este caso se suma a una lista que lentamente aumenta, sobretodo en países de Asia como China, Korea, donde factores como la expansión de la banda ancha, la posibilidad de tener accesso sin límites a juegos en red, y el hecho de que este tipo de actividades se toma como un deporte nacional -donde jugadores profesionales pueden gana hasta USD 100.000 anuales-, hacen que la gente se pase de la raya y ponga en peligro su propia salud.

Entre las medidas adoptadas para frenar el problema, Beijing prohibió la apertura de nuevos cibercafés este año y creó varios centros de rehabilitación para adictos a la Red.

Otro caso:
Hombre muere por los Video Juegos

Aparentemente murió por un falló en el corazón luego de jugar 50 horas seguidas.

Al sur de Korea murió un hombre que pasó jugando en línea 50 horas frente a su computadora, lo hizo durante casi tres días sin parar, levantándose apenas para ir al servicio sanitario y tomar unas pequeñas siestas.

Esta persona de 28 años de edad fue identicado únicamente como “Lee” y se dice que había dejado su trabajo habitual para tener más tiempo para jugar, falleciendo apenas unos minutos después de haber dejado la computadora.

Un hombre murió en Corea del Sur luego de jugar 86 horas de corrido

Un hombre de 24 años fue encontrado muerto en Kwangju , Corea del Sur. El desocupado identificado por la policia sólo por su apellido Kim (o sea que pudo haber sido más de la mitad de la población de Corea), fue encontrado muerto en el baño del local en el que había estado jugando desde el viernes pasado sin parar para dormir o comer.

Según gente que logró ver esta verdadera proeza, Kim se desplomó frente a su computadora el martes, pero recobró la conciencia al poco tiempo y fue al baño en donde finalmente murió.

La policía ya descarto el asesinato y aunque en teoría todo parece indicar que murió de puro cansancio, expertos en el tema indican que pasadas las 85 horas de Counter-Strike las balas se vuelven reales y los balazos al corazón de una MP5 fueron la verdadera causa de muerte del desdichado Kim.

Esperemos que su nombre sea revelado por completo para que el pobre Kim pueda reclamar su lugar entre los héroes del libro Guiness de los Records y ser recordado por su verdadera y fatídica proeza. Hércules no lo hubiese hecho mejor.

Obviamente ya hay varios irresponsable apuntando sus dedos acusadores a los videojuegos, pero nuevamente en palabras de gente que sabe, jugar al truco por 86 también te mata.


Otro caso de muerte por sobredosis de videojuegos
Esta vez fue en un cybercafe de Taiwan, Lien Wen-Cheng, un hombre de 27 años, murió luego de una maratón de 32 horas de videojuegos seguidas. Como el coreano Kim antes que él, Wen-Cheng fue encontrado desfallecido en el baño y aunque lograron llevarlo al hospital, estaba muerto al llegar.

La noticia llega como una decepción ya que las míseras 32 horas de esta nueva victima no pueden compararse con las heroicas 86 de Kim. La policía expresó que la causa de la muerte fue agotamiento por permanecer demasiado tiempo en la misma posición, aunque probablemente la descripción en el informe del forense diga algo un poco más elaborado.
El pobre Lien ni siquiera llegará al libro Guinness de los records.

Niño fallece tras 12 horas de videojuegos

Un niño ruso de 12 años de edad llamado Sergei, fue a pasar un rato en el club de videojuegos de su ciudad como premio de sus padres por obtenido buenas calificaciones en su colegio.

Lo que no sabía Sergei al entrar a la tienda de maquinitas, es que recibiría el “Game Over” más grande de su vida, ya que tras jugar por 12 horas consecutivas, el niño se desplomó y comenzó a convulsionar. La asistencia médica llegó inmediatamente, y tras realizar los primeros análisis, determinaron que había sufrido un ataque de epilepsia. Una semana después el niño falleció.

Por su parte, el portavoz del hospital Yekaterinburg mencionó que la hemorragia cerebral ocurrió debido a una estimulación sostenida del cerebro de Sergei; quien según un empleado de la tienda, acostumbraba a realizar frecuentemente estos maratónicas sesiones de videojuegos.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Entrevista al filósofo Gilles Lipovetsky

LÍDIA PENELO - BARCELONA - 22/03/2009 Publicado en Filosofia
Lipovetsky, listo para hablar de la sociedad postmoderna, el individualismo contemporáneo y la cultura de masas.

Nunca está de vacaciones. A Gilles Lipovetsky (París, 1944) ese concepto no le resulta cómodo. Al autor de La era del vacío (2003), en el que señalaba al individualismo como el motor de nuestro tiempo, le gusta mezclar las cosas, deshacerse de los tabiques de separación. Para él, el trabajo también es ocio, al igual que sus paseos de dos horas. Lipovetsky participó la semana pasada en el festival de arquitectura eme3, en el que habló sobre el colapso, una idea que le obsesiona desde que leyó a Nietzsche, autor al que considera demasiado metafísico en la actualidad.

“La desestabilización hipermoderna es total, está en todas las esferas de la vida”¿Estamos colapsados?

El colapso actual se arraiga en el hipercapitalismo, la tecnociencia, el hiperconsumismo y el hiperindividualismo. Estos factores convergen y crean un mundo de excesos, lleno de individuos desorientados. La desestabilización hipermoderna es total, está en todas las esferas de la vida y nos encontramos desarmados. Los puntos de referencia han cambiado y un ejemplo se encuentra en el arte contemporáneo. Sales de una exposición y te preguntas si lo que has visto es arte o no. ¡El colapso es total!

Pero no le veo a usted demasiado preocupado…“El comunismo fracasó, pero el hiperliberalismo también. Debemos apelar a la moderación”

No, no me desespero, no soy trágico. La idea dominante es apocalíptica pero yo intento presentar una lectura matizada del colapso, hago una lectura paradójica. Virilio tiene una tesis catastrófica del colapso, de un mundo descorporizado. Tenemos que reestructurarnos en todos los ámbitos.¿De dónde sale su modelo paradójico?La velocidad nos conduce a un mundo irreal, virtual. La virtualización de la vida existe, pero hay que apostar por las emociones, por la sensualización de todo, y también de los objetos con el entorno. Es falso que la gente viva en el mundo virtual. Todos intentamos cuidar nuestro espacio sensitivo y experiencial. Las personas cada vez cuidan más el interior de su casa, priorizan el bienestar sensitivo. Pero eso, son ideas de los años cincuenta…

“Tenemos que reconsiderar el modelo de civilización que queremos”¿Puede ilustrarlas con algún ejemplo?

Pues con la evolución del diseño. Una disciplina que ha viajado de lo funcional a lo sensible. En los cincuenta, Bauhaus era muy frío y puritano porque quería ser moderno. Pero desde hace 20 años ha vuelto un diseño polisensorial. Si comparamos a Le Corbusier con Frank O. Gehry, sería como comparar el funcionalismo con la poesía.

¿Quiere decir que el arte vuelve a apostar por las experiencias emocionales?

En la evolución de la arquitectura se ve muy claro. Hay un deseo de sensualización de la existencia. La cultura de hoy no se puede interpretar como la muerte del cuerpo y con agonía. No vivimos en un mundo nihilista, hay contrapuntos que nos permiten luchar y mantenernos optimistas. Debemos encontrar otras formas de organización social, reconsiderar el modelo de civilización que queremos y refundar el sistema de valores.

¿Se terminó el liberalismo?

No, no creo y no es deseable, pero hay que limitarlo. Todo sistema necesita reglas y si no es el caos. El comunismo fracasó, pero el hiperliberalismo también. Es necesario apelar a la moderación. Está bien que la iniciativa individual de mercado tenga mucho poder, pero es necesaria una potencia pública que controle los excesos.

Y cada uno debe responsabilizarse de los suyos.

Sí, yo apuesto por el individualismo responsable. La autonomía individual no es sinónimo de egoísmo. Se puede disponer de la propia vida sin estar cerrado a los demás. El individuo responsable es el que toma sus derechos teniendo en cuenta los de los demás. Tenemos que enfrascarnos en una búsqueda de compatibilidades. El individualismo responsable se manifiesta a través de varios fenómenos como la lucha contra la corrupción, las exigencias de solidaridad, la lucha contra la devastación de la naturaleza. Y, en todo eso, la escuela juega un papel fundamental.

¿Qué necesitan los planes educativos?

Hoy tenemos una cultura fundada en lo inmediato, lo tenemos todo enseguida, pero para entender se necesita un poco de perspectiva. Tenemos que volver a la enseñanza de la Historia para que los jóvenes tomen nuevos puntos de referencia. En segundo lugar, deberíamos constituir unos sistemas educativos que permitan a los jóvenes tener acceso a las personas, porque son ellas las que nos hacen evolucionar mucho más que las ideas. Y en tercer lugar, debería haber pasión para emprender cosas. Sé que esto es un ideal, pura utopía, pero una escuela tiene que formar a ciudadanos, a hombres que piensen y que sepan crear, no solamente aprender.

Como usted apunta, para todo esto se necesitan unos valores nuevos, pero, ¿Quién los marca?

El actual sistema está desordenado. Los profesores tienen buena voluntad pero están frente a jóvenes y familias que les impiden hacer su trabajo. Antes, las familias apoyaban al profesor y hoy apoyan a sus hijos. Hay que volver a dar cierta autoridad al profesorado.

Volvamos al modelo paradójico y sensorial que usted propone. ¿El consumismo lo permitiría?

Sí, sí. Además, creo que se empieza a observar una especie de estetización del consumo. Nos movemos por lo bello, lo bueno, hay mucho spa, mucho interés por el producto de calidad… Eso demuestra que hay un deseo de bienestar más sensual, a pesar del fast food (ríe). ¡Las paradojas están por todas partes!

¿Por qué le gustan tanto las paradojas?

Resumen el funcionamiento de la sociedad. Me irrita la tendencia que tienen muchos pensadores a dramatizar de manera excesiva, siempre tan apocalípticos… Claro que hay desastres de verdad, pero decir que la tecnología es un desastre no lo comparto. Los hallazgos técnicos aportan beneficios pero también problemas. El mundo contemporáneo está lleno de contradicciones. Las herramientas informáticas pueden ser nocivas si uno se pasa horas y horas enganchado, pero gracias al ordenador podemos acceder al conocimiento, intercambiar, crear Hoy hay mucha velocidad, pero también una tendencia a ralentizar. Y esa es la salida.


viernes, 19 de agosto de 2011

Bauman y las nuevas dinámicas de la desigualdad


Por Carles Sánchez / Barcelona. Publicado en diagonalperiodico.net

El creador de conceptos como la ’modernidad líquida’ expuso en Barcelona su pensamiento acerca de las mutaciones en el sistema capitalista y de la falta de instrumentos que pongan coto a la devaluación de las democracias occidentales.

Zigmunt Bauman, dio una conferencia en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, el 23 de Octubre del 2010 en la que disertó sobre la estrategia universal de la lucha por el poder y de cómo ésta, mientras los estados desarrollados han creado estructuras burocráticas que han dado visos de razonabilidad y modernidad a sus sociedades, ha llevado a cabo un proceso de transversalización de la economía mundial a través de la globalización, poniendo en peligro el futuro de las democracias.

Bauman explica cómo los Estados, preocupados por conseguir que el comportamiento de sus ciudadanos fuera previsible ha permitido que el poder económico manipulara los niveles de incertidumbre rompiendo el contrato social entre empresa y trabajadores, en el que ambas partes estaban confinadas a una ausencia de libertad de elección por estar ligadas a un espacio geográfico que no podían romper so pena de incrementar los costes finales de los productos al consumidor por la vía de las barreras arancelarias de acceso a los mercados internos. Capital y trabajo estaban obligados a entenderse. Era necesario para el capital poner coto a esa dependencia mutua abriendo las barreras arancelarias que permitieran deslocalizar la producción, rescindiendo unilateralmente aquel contrato mutuo que tanto permitió a las sociedades industriales alcanzar los niveles de bienestar que las caracterizó. Este contrato, enfatiza Bauman, ha sido rescindido unilateralmente porque mientras el capital ha pasado a moverse a escala planetaria con total libertad, la fuerza de trabajo ha continuado atada a unas fronteras políticas. La imagen que propone Bauman a este fenómeno es la de una fuerza de trabajo enraizada al territorio mientras que el capital sólo está anclado cual barco en un puerto, con la posibilidad de zarpar en cualquier momento.

Una consecuencia directa de estos hechos ha sido la rotura de una tendencia que ha sido permanente durante todo el siglo XX: el crecimiento económico de las naciones ricas era variable explicativa directa del crecimiento de sus clases medias y del empobrecimiento de las naciones pobres. Esta tendencia ha cambiado con la consolidación de la globalización económica: mientras disminuyen las distancias entre naciones ricas y naciones pobres, están aumentando las diferencias sociales internas de las economías ricas alcanzando niveles de concentración de la riqueza análogos a los del siglo XIX. También estamos asistiendo a un desvío del capital inversor hacia las economías emergentes (20.000 millones de euros en 2010 hasta el momento) que ya está causando una burbuja en los activos de aquellas economías. Otra de las consecuencias de esta dinámica que ha quedado evidenciada con la crisis ha sido la pérdida de poder de la política local frente a las fuerzas económicas mundiales. En palabras de Bauman, nos encontramos en un campo minado y sin instrumentos de intervención a escala planetaria.

En referencia a la afirmación de Bauman con respecto al peligro que corren nuestras democracias, la deriva del Tribunal Supremo estadounidense culminada por Bush ha puesto fin a los esfuerzos por controlar la financiación de las campañas electorales permitiendo la creación de unas sociedades opacas que vehicularán el dinero de forma secreta hacia los partidos. Los demócratas y liberales temen que se conviertan en un instrumento para apoyar a los aspirantes republicanos más conservadores. Las próximas elecciones americanas prevén una mayoría republicana en el Congreso que facilitaría la aprobación de este instrumento y que pondría a la política americana, todavía más si cabe, al servicio de los intereses empresariales.

Pero aquí no acaba todo, los conservadores de todo el mundo se están planteando si la democracia continúa siendo un instrumento válido para el crecimiento económico o, por el contrario, está suponiendo un exceso de trabas a sus aspiraciones económicas, tomando como referencia la pujante economía China y su ausente sistema de libertades.

No es casual que Bernie Ecclestone, propietario de la Fórmula 1, haya declarando su ausencia de fe en la democracia y poniendo como ejemplo cómo la democracia ha traído el desastre a Irak. Bien podría el sr. Ecclestone haber cuestionado la guerra inventada con documentos falsos de la CIA o denunciado las atrocidades cometidas por ejército estadounidense sobre la población local y que han sido reveladas por Wikileaks, o la tradicional ingerencia de occidente en el resto del mundo impidiendo, como alertaba Terzani en El fin es mi Principio, la supervivencia de otros oasis económicos. Como pueden ver, aquella “estrategia universal de la lucha por el poder” a la que aludía Bauman, camina con paso firme en su intención de convertir al mundo, como bien dice Josep Fontana, en una sociedad anónima.



domingo, 14 de agosto de 2011

La urbe no le sienta bien al cerebro


Por MÓNICA GONZÁLEZ SALOMONE publicado en El Pais

Que vivir en la ciudad aumenta significativamente el riesgo de padecer depresión, ansiedad y sobre todo esquizofrenia se sabe hace décadas, y el vínculo es tan claro que los expertos aceptan que debe de haber una relación causal: en la vida urbana hay algo que no le sienta bien al cerebro humano. La cuestión es encontrar qué. Los culpables se buscan hace años: estrés, falta de apoyo social, mayor consumo de drogas... incluso un virus. Aún no hay una respuesta. La última pista llega de la neurociencia: un grupo de investigadores ha descubierto que el cerebro de quienes han crecido entre edificios reacciona de forma distinta al estrés social.

Las estadísticas apuntan al hábitat urbano, así sin más, como uno de los principales factores de riesgo para la esquizofrenia. Y el fenómeno debería ser tenido en cuenta -opinan los expertos- de cara a la planificación urbana de las megaciudades. Hoy en día las 500 ciudades de entre uno y 10 millones de habitantes que hay en el planeta albergan a más de la mitad de la población mundial, unos 3.300 millones de personas, y Naciones Unidas estima que hacia 2050 el porcentaje llegará al 70%.

Las primeras evidencias de que los habitantes de las ciudades sufren más esquizofrenia datan de los años cuarenta. Desde entonces no han dejado de explorarse hipótesis, peinando las estadísticas en busca de asociaciones que ayuden a enfocar el problema. Pero sigue faltando "el elemento clave para pasar de una mera asociación a un vínculo causal: el de un mecanismo plausible que describa las vías entre la exposición y la aparición de los síntomas psicóticos", dice Jim Van Os, del departamento de Psiquiatría y Neuropsicología de la Universidad de Maastricht (Holanda) y uno de los principales estudiosos en el área.

Se sabe ya que los sospechosos a los que apuntaría la intuición, aunque tal vez tengan un papel, no son los únicos culpables. Factores como pertenecer a una minoría, contar con una mayor o menor red social, el acceso a los servicios médicos y sociales o un mayor consumo de drogas han sido restados de la variable vida urbana, y el resultado es que vivir en la ciudad sigue sobresaliendo como factor de riesgo. Tampoco influyen cuestiones como malas condiciones prenatales o un parto complicado, ni la posición socioeconómica. Y la idea de que el culpable sea un virus es poco probable: los hogares con muchos miembros -en los que un hipotético contagio sería más probable- no son "un factor de riesgo para la esquizofrenia", dice Van Os.

¿Y si el culpable fuera el estrés? Se admite que los sucesos estresantes son un desencadenante de los trastornos de tipo psicótico, como la esquizofrenia. Y ese ha sido el punto de partida para los primeros neurocientíficos en abordar el misterio de las ciudades y la salud mental.

Andreas Meyer-Lindenberg, del Instituto Central de Salud Mental de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, se propuso escanear el cerebro de voluntarios procedentes de entornos rurales y urbanos en situaciones de estrés social. Diseñó un curioso experimento: mientras 32 estudiantes resolvían problemas aritméticos complejos, los experimentadores los estresaban con comentarios negativos y actitudes reprobatorias. "Les decíamos que sus resultados estaban siendo inferiores a la media, y les sugeríamos con impaciencia que se dieran un poco más de prisa...", ha contado Meyer-Lindenberg en Nature.

De entre las áreas cerebrales que se activaban durante la prueba, dos variaban en función de la procedencia urbana o rural de los voluntarios. La amígdala, un área clave en el procesado de las emociones, se activó exclusivamente en quienes vivían en ciudades en el momento de la prueba. El córtex cingulado -la región PACC-, que contribuye a regular la amígdala y a procesar emociones negativas, se activó más intensamente en quienes crecieron en ciudades. Los investigadores detectaron variaciones incluso según el tiempo transcurrido en la ciudad durante la infancia, y según el tamaño de la ciudad en cuestión.

La asociación aparecía tan clara que Meyer-Lindenberg desconfió y repitió el experimento con más voluntarios, teniendo en cuenta factores como -entre otros- edad, nivel educativo, ingresos, situación familiar, estado de salud, personalidad y estado de ánimo. Pero "ninguno de ellos alteraba el efecto de la urbanicidad, lo que sugiere que vivir en un ambiente urbano cambia la respuesta del cerebro en situaciones de estrés social, por un mecanismo claro aunque misterioso", escriben en un comentario en la misma revista Daniel P. Kennedy y Ralph Adolphs, del Instituto Tecnológico de California.

"Mucha gente especulaba con que el problema tenía que ver con entornos sociales, pero no había ninguna evidencia directa", ha comentado Meyer-Lindenberg a Nature. "Este es el primer mecanismo que relaciona las ciudades con la salud mental por vía del estrés".

Para Van Os se trata de "un interesante primer paso". Kristina Sundquist, de la Universidad de Lund, también dice que "los hallazgos son importantes", aunque no definitivos. Sundquist publicó en 2004 los resultados de un seguimiento a todos los suecos de entre 25 y 64 años tras su primer ingreso hospitalario por psicosis o depresión. "La incidencia aumenta con el grado de urbanización", escribe en The British Journal of Psichiatry; los habitantes de las áreas más densamente pobladas "tenían un riesgo entre un 68% y un 77% mayor de desarrollar psicosis, y entre un 12% y un 20% mayor de desarrollar depresión".

Ningún investigador defiende, no obstante, que sea malo vivir en las ciudades. En realidad es al contrario. Históricamente "la urbanización va asociada a un descenso en la mortalidad", y a que la mayor carga de enfermedad se deba a las dolencias crónicas de los mayores en vez de a las infantiles, escribía en Science en 2008 el epidemiólogo de la OMS Chistopher Dye. "Los habitantes de las ciudades, de media, disfrutan de mejores condiciones de salud que los de áreas rurales", dice Dye, y esto es así incluso considerando las grandes diferencias entre las ciudades de países ricos y pobres, y también dentro de la misma ciudad -las cifras son distintas en una ciudad de América Latina y una europea, pero también en los suburbios y el centro de Río de Janeiro, por ejemplo-.

Sin embargo, no siempre fue así. La mejor salud urbana es un triunfo ganado a pulso a base de mejoras higiénicas y sanitarias a mediados del siglo XIX, entre ellas la instalación de alcantarillado y el transporte de agua potable a los hogares. Y lo que temen Dye y otros expertos es que si el crecimiento urbano actual no se planifica, las futuras megaciudades podrían recordar al Londres o París de hace apenas siglo y medio.

"En la Europa del 1800 solo entre el 10% y el 15% de la población vivía en las ciudades, en parte por las atroces condiciones de vida", escribe Dye. "El cólera, la disentería, la viruela, la tuberculosis, el tifus y otras infecciones, agravadas por la desnutrición, hacían que las muertes, especialmente de los niños de menos de un año, superaran a los nacimientos".

Y la planificación del crecimiento urbano debería tener en cuenta también la salud mental, opina Sundquist: "Es importante que los expertos en urbanismo sepan más sobre los mecanismos específicos que actúan sobre la salud mental, y esto podemos proporcionarlo los investigadores". Ella coincide con Van Os en que hay que estudiar más el papel de factores como el soporte social y el grado de estrés cotidiano, y profundizar en las diferencias entre estilos de vida dentro de la propia ciudad. No es lo mismo, suponen, un entorno urbano con muchas zonas verdes que una zona industrial.

José Fariña Tojo, del departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid, admite la relación entre vida urbana y salud mental, y coincide en la necesidad de identificar el mecanismo subyacente: "Para planificar adecuadamente deberíamos saber cosas en este campo que todavía desconocemos". Director de un curso sobre Planificación Urbana Saludable de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Menorca en septiembre, y colaborador de la Red Española de Ciudades Saludables, Tojo cree que "los planificadores urbanos se han dormido un poco en los laureles" y no están considerando los nuevos retos: "Por supuesto se tiene en cuenta la contaminación del aire o el ruido. Pero también hay temas nuevos, como el estrés, el hecho de que se vaya a una sociedad de mayores, la necesidad del ejercicio físico o la de estar en un entorno con un cierto grado de naturaleza".

Ana Dolado, del estudio Araujo-Dolado Arquitectos, reflexiona sobre lo que considera un exceso de estímulos en el espacio urbano actual: "La ciudad es un soporte que cambia a una velocidad difícil de procesar. La gente reconoce el entorno pero no se identifica con él. El ritmo es tal que a los habitantes no les da tiempo a establecer vínculos con su espacio".

Conviene no dejarse llevar por ese ritmo frenético, dice Enrique Baca, jefe del servicio de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz. Y recuerda que, incluso en el entorno social urbano actual, "cada vez más exigente con el individuo" y que "cambia más rápido que nunca" -por ejemplo, con nuevas formas de comunicación instantánea y horarios laborales distintos a los tradicionales-, "hay elementos culturales protectores de la salud mental". Resume uno de ellos: "En vez de pasarte cuatro horas en Facebook, queda con un amigo a tomar una caña".


martes, 9 de agosto de 2011

MARCHA ATRÁS


Por Melvin Mañon publicado en: fines.org.do

En las postrimerías de esta centuria ha sido posible, por primera vez, vislumbrar como puede ser un mundo en el que el pasado ha perdido su función, incluido el pasado en el presente, en el que los viejos mapas que guiaban a los seres humanos, individual y colectivamente, por el trayecto de la vida ya no reproducen el paisaje en el que nos desplazamos y el océano por el que navegamos. Un mundo en el que no sólo no sabemos adonde nos dirigimos, sino tampoco adónde deberíamos dirigirnos.Esta es la situación a la que debe adaptarse una parte de la humanidad en este fin de siglo y en el nuevo milenio

Eric Hobsbawm, Historia del Siglo XX, pag. 26 . (Crítica, Barcelona).


Tardé años en encontrar la respuesta. Vamos de regreso porque es la única dirección posible. Cuando los animales se aventuran fuera de sus aguas, más allá del territorio que dominan, los peligros se multiplican y la incertidumbre los abruma. Algunos, se lanzan al precipicio, hacia lo desconocido, pero en general, la especie retrocede en busca de aguas y territorios conocidos. Los humanos, no somos ni seremos distintos y no pude darme cuenta antes de que, en la formulación misma del dilema planteado por Hobsbawn estaba contenida la respuesta.

Todas las crisis que hoy se dan cita en cada país, sin excepción, se caracterizan por no tener solución conocida. Ni la recesión económica, ni el calentamiento global, ni la violencia, ni los grandes cambios demográficos ni la bancarrota de los partidos, gobiernos y políticos tienen solución y la certidumbre de esta ausencia abruma a millones de personas, desencanta, confunde, desmoraliza y aturde. Tanto el experto como el lego se dan cuenta, cada uno a su nivel, que el progreso, la prosperidad, la modernidad, el consumo y el estilo de vida actual, como los conocemos hoy, no tienen manera de continuar porque no son económica, ecológica ni socialmente viables. El futuro ahora es una bruma impenetrable.

Haremos como los animales, empezaremos a recorrer nuestros propios pasos, con timidez, desgano, resignación y no sin cierta resistencia, pero lo haremos no porque haya sido una elección sino y justamente porque no había posibilidad de elegir. Es solamente cuestión de tiempo y no mucho.

La humanidad no se suicida aunque su conducta depredadora sea capaz de crear las condiciones para el suicidio. Me refiero al acto voluntario y producto de una decisión no a las consecuencias inadvertidas e indeseables del accionar humano. El futuro, como continuación del pasado reciente se acabó. Nuestra única posibilidad de supervivencia como pueblo, como humanidad y como especie será la de adaptarnos a un mundo donde cada vez encontraremos menos de todo, excepto sentido común que empezará a resurgir a medida que este mundo absurdo se desmorona.

Como los autos que un día rompen la transmisión en cualquier sitio y quedan paralizados, esta sociedad rompió la transmisión en algún punto del desierto. La humanidad tendrá que decidir si se aventura a cruzarlo sin saber hasta donde llega ni que parte ha recorrido o si, tras superar el escollo y la imposibilidad, decide devolverse y yo, por primera vez, no tengo dudas de que la humanidad, sin desmedro de la conducta de algunos locos, se va a decantar por devolverse aunque…… lo hará sin percatarse de que ese regreso puede ser infinito…. Los que tienen dos autos se quedarán con uno, los de motocicleta descenderán a bici y los de esta, caminarán a pie mientras que la Ley degradada por el abuso dejará espacio al regreso de la costumbre y del derecho consuetudinario; al final, la población rural, que no ha cesado de disminuir en los últimos 50 años empezará a aumentar y lo manual y mecánico será revalorizado a expensas de lo automático y lo electrónico. Será así o será el acabose. Como la famosa canción de R.E.M. un grupo norteamericano: “It´s the end of the World as we know it, and I feel fine” (Es el fin de este mundo que conocemos y me parece genial)

viernes, 5 de agosto de 2011

Las 10 aplicaciones más tontas

Cosas como estas son las que me hacen seguir leyendo y escribiendo sobre el futuro de la humanidad, y cada vez noto que Zygmunt Bauman, Paul Virilio, Melvin Mañon, Gilles Lipovetsky, tienen toda la razon porque como es posible que se destinen recursos, tan escasos en esta epoca para los siguientes disparates.

Estas son aplicaciones para Ipad, leanlas detenidamente y diganme si no es un elegia a la estupidez de una epoca:

iPleasure

Ellos dicen: “Dependiendo de los movimientos de los dedos la boca de iPleasures hablará ofreciendo un sonido suave…”

Además de un par de labios a los que podrás cambiar de color y unos cuantos sonidos, esta aplicación no trae nada nuevo.

BaconClock


Ellos dicen: “Tres palabras, Animado. Bacon. Reloj Bacon que lo hará babear con solo mirar el reloj”. Estúpido sería un eufemismo.

Simple fruit Bowl
Ellos dicen: “Elija alguna de las 5 piezas de fruta y arrástralas en un tazón de cerámica hermoso para compartir o simplemente mostrar. Estos frutos no maduran!”


Semejante descripción en el iTunes solo reafirma nuestra advertencia: no lo compre si quiere mantener su estabilidad mental.


Sexy dance HD

Ellos dicen: “Finalmente, una mujer a la que puedes realmente controlar…”

La pregunta surge inevitable ¿Cómo se les ocurrió? Mientras el reloj en forma de bacon luce simpático, el baile de esta aplicación no lo es tanto.


Bright Strobe For iPad


Ellos dicen: “Descarga esta aplicación y tendrás la absoluta sensación de efectos estroboscópicos realistas”.

Una aplicación a la que no habría que añadírsele ningún comentario (al menos positivo)

ePenalty


Lo que ellos dicen: “Genera cartas amarillas y rojas que pueden ser mostradas o enviadas”.

A decir verdad, es difícil decir más de esta aplicación.

Escalator Stairs
Ellos dicen: “Dale inicio a la aplicación y se sorprenderá por la belleza de la vida llena de animación. Mira la película, escucha de fondo la música y los sonidos y olvídate de todos los problemas cotidianos”.

Esta aplicación consiste en un bucle de vídeo de cinco minutos del pie de una escalera mecánica, con las escaleras eternamente creciente y un vago zumbido mecánico de fondo. Como alternativa, puede mostrar el vídeo en un tamaño más pequeño, acompañado de una colección de hechos ascensor, tales como: “HECHO # 25:. El 26 de junio de 2009, un hombre murió al caer de una escalera mecánica en Helsingborg, Suecia.”

Bubble Scope


Ellos dicen:
“Está aquí, Bubble Scope crea una ilusión de la diversión que engaña a su mente haciendo parecer que la persona de la foto está desnuda aunque no lo esté”.

Aunque resulte difícil de cree, exíste. Para muchos esta app debe pertenecer a la larga lista de ¿Por qué perder el tiempo en esto?

Portable Tanning Machine


Ellos dicen: “Esta máquina portátil es cien por ciento seguro y no efectiva para conseguir un profundo y perfecto bronceado en el iPod Touch, iPhone y iPad”

Esta aplicación simula, como se puede ver en la pantalla de arriba, la UVB-lámparas de mayor utilizadas en las cámaras de bronceado. Después de una breve puesta en marcha – con chispas sonidos – la máquina portátil de bronceado simplemente se ilumina y hace ruido hasta que lo apague.

Y bueno, al menos el mismo desarrollador o vendedor de la app la calificó de no efectiva..
Dynamic Mirror HD – light up your face


Ellos dicen: “Todos los espejos vistos hasta ahora no funciona por una razón simple: son estáticos y no se adapta a las condiciones de iluminación…”

En la App Store hay un cúmulo extraño de aplicaciones que se aprovechan de la brillante pantalla iPad para venderse como espejos, simplemente porque podemos ver nuestra cara reflejada en una pantalla iluminada.

Al menos, deberían tomarse la molestia de aumentarles un marco o dos, pero en esencia todo lo que hacen es permitir que miremos su reflejo en la pantalla oscura del iPad.

Sí, no estamos de broma.

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Publicado en: Rumores Apple