
Reseña del libro "Modernidad Liquidad" de Zygmunt Baumam por la Libreria Paidos.
Un concepto que viene definiendo nuestro tiempo como un escurridizo paraíso para los empresarios y un auténtico infierno para las relaciones humanas y el futuro, es el de “Modernidad líquida”.
Zygmunt Bauman, Doctor en filosofía y destacado pensador de nuestro tiempo, escruta los rasgos que, si bien apenas se esbozaban en los albores del Liberalismo, en esta fase final asfixia nuestras expectativas de reconquistar la verdadera vida.
El crecimiento del consumo indiscriminado como resultado del señuelo, al que llamamos Marketing, la presión que ejerce el mercado sobre el ciudadano, las aparentes libertades que el dinero otorga, han modelado una realidad incierta, resbalosa, sin permanencia, como la moda, la bolsa y el ajetreo diario y caprichoso de las transacciones bancarias.
Así es como Bauman nos pone en conocimiento de esta sociedad líquida que no considera la cuestión de las relaciones humanas como algo diferente o de mayor espectro que el interés mercantil.
Esta preocupación por el capital es lo que alzan los que se llevan ganancias confundiendo las arrugas de la bandera con la libertad del viento, sustituyendo “el deseo del buen vivir” por “el deseo de seguir deseando” en una interminable carrera de insatisfacciones.
La gran falla que muestra el sistema libremercadista está implícita en la falsa idea de la individualidad. Esa idea es la matriz de todos nuestros sufrimientos actuales porque la pugna entre individuos que se autoproclaman diferentes se bate impotente en su propio caos tratando de ignorar la unidad fundamental de todas las cosas.
Así, aun entre la policromía de lo diverso y la desesperante desinformación mediática, un ligero aroma, que simula libertad de acción y pensamiento, supone que tal condición está garantizada por la “ensalada” de bienes sensibles de ser adquiridos.
En el escaparate de nuestra modernidad líquida, la libertad es, sin embargo, amputada y remplazada por un sentimiento placebo: “La opción de elegir los colores de la prisión”.
Lo que pasa es que, en estas circunstancias, ya no hay propiedad en los deseos, se han colectivizado por imposición, se muestran nuestros deseos por TV, se convierten en nuestros deseos al “importarse” desde el señuelo televisivo o mediático hasta nuestra mente. Nos apropiamos, sin saberlo, de verdaderos parásitos psicológicos, mentales, existenciales.
Busca así, el ser moderno, saciar este apetito inaprensible mediante la adquisición de artículos y bienes materiales; pero el vacío que intenta llenar es otro, es un reclamo que busca la recuperación de los vínculos con los demás y con el entorno.
La amorfa consistencia de las relaciones actuales, la cada vez más fácil “capacidad” de disolver pactos personales, la brevedad de las relaciones interpersonales, etc. hablan de una liquidez en el mundo social y un enfriamiento del mundo afectivo. Existe así una sensación de inestabilidad y esto, en el ámbito educativo, se traduce en desinterés, en tanto: “Para qué aprender algo que en unos meses se vuelve obsoleto” como ocurre con los conocimientos de informática, genética, arte y otras disciplinas en continua transformación.
Nos llama la atención observar: Más cosas hay en el mercado, más ansias de poseer renacen.
¿Qué ocurre? ¿Por qué la tenencia de cosas incita a acaparar más todavía?
Esto puede ejemplificarse diciendo que el sistema “rasca donde no pica”, se pretende apagar la sed con agua salada, se ofrece, a la gente, la alternativa de elegir el camino pero sin mostrarle jamás a donde conduce.
El autor reduce la identidad del ser moderno a un tránsito indefinible que, embebido de falsos valores, no alcanza a ser algo ni llega a ser nada. La interacción social entre estas informes personalidades la percibe Bauman como una espuma colectiva de intrincadas relaciones. Es, probablemente, un inconsciente mucho menos secreto de lo que se cree, un pozo común que ha sido forjado desde fuera, por los intereses que se hacen fuertes en nuestras debilidades, las debilidades de todo ser pensante: La incertidumbre y la ociosidad mental.
Ambas debilidades las aborda el filósofo como “el miedo al miedo” y “la adicción a la seguridad”, precisamente son estas las muletas que convierten al sistema “prefabricado” por la sociedad burguesa, en un gran dador de sensación de seguridad, una sensación que persiste porque está fijada en los “archivos” madres, ahí donde se puede comprender la superioridad de los nexos sobre las partes independientes.
Estados Unidos
Dicen que la belleza cuesta y a Cindy Jackson no le cabe la menor duda.
La cantante y escritora estadounidense no aparenta los 55 años que lleva encima gracias a las 52 cirugías estéticas a las que se ha sometido para mantener la eterna juventud y que le han costado unos 100,000 dólares.
La mujer se ha valido de una herencia familiar para transformarse completamente a través del bótox, peeling, lifting, liposucción, cinco ascenciones de cara y retoque de ojos, para un total de catorce cirugías.
Y según lo que cuenta, la razón de esta obsesión subyace en un trauma de la infancia, cuando a la edad de 14 años un hombre le dijo:“¿Sabes Cindy, cuando sonríes, la nariz y la barbilla casi se tocan”.
La mujer ha establecido un récord con sus cirugías, el que le fue otorgando en 2009 según su sitio web, aunque asegura que ése no era el propósito.
“No me propuse establecer un récord mundial, nunca fue mi ambición, es sólo que tenía que hacerlo”.
El dinero para "lucir mejor" ha salido de una herencia que le dejó su padre.
“El mejor resultado es que parezca natural”, sostiene, porque tampoco quiere que la gente la mire y diga “esta tiene un montón de cirugías. Me gustaría parecer que no me he hecho nada”.
Jackson creció en una pequeña ciudad de Ohio con un padre irascible, cuya herencia le ha permitido lucir guapa y joven.
“Me siento con un espíritu juvenil, no quiero mirarme al espejo y ver una cara vieja”.
La ciudad de Leonia se rehace a si misma todos los días: cada mañana la población se despierta entre sábanas frescas, se lava con jabones apenas salidos de su envoltorio, se pone batas flamantes, extrae del refrigerador más perfeccionado latas aún sin abrir, escuchando las últimas retahílas del último modelo de radio.
En los umbrales, envueltos en tersas bolsas de plástico, los restos de la Leonia de ayer esperan el carro del basurero. No solo tubos de dentífrico aplastados, bombillas quemadas, periódicos, envases, materiales de embalaje, sino también calentadores, enciclopedias, pianos, juegos de porcelana: más que por las cosas que cada día se fabrican, venden, compran, la opulencia de Leonia se mide por las cosas que cada día se tiran para ceder lugar a las nuevas. Tanto que uno se pregunta si la verdadera pasión de Leonia es en realidad, como dicen, gozar de las cosas nuevas y diferentes, y no más bien el expeler, alejar de sí, purgarse de una recurrente impureza. Cierto es que los basureros son acogidos como ángeles, y su tarea de remover los restos de la existencia de ayer se rodea de un respeto silencioso, como un rito que inspira devoción, o tal vez sólo porque una vez desechadas las cosas nadie quiere tener que pensar mas en ellas.
Dónde llevan cada día su carga los basureros nadie se lo pregunta: fuera de la ciudad, claro; pero de año en año la ciudad se expande, y los basurales deben retroceder mis lejos; la importancia de los desperdicios aumenta y las pilas se levantan, se estratifican, se despliegan en un perímetro cada vez más vasto. Añádase que cuanto más sobresale Leonia en la fabricación de nuevos materiales, más mejora la sustancia de los detritos, más resisten al tiempo, a la intemperie, a fermentaciones y combustiones. Es una fortaleza de desperdicios indestructibles la que circunda Leonia, la domina por todos lados como un reborde montañoso.
El resultado es éste: que cuantas más cosas expele Leonia, más acumula; las escamas de su pasado se sueldan en una coraza que no se puede quitar; renovándose cada día la ciudad se conserva toda a sí misma en la única forma definitiva: la de los desperdicios de ayer que se amontonan sobre los desperdicios de anteayer y de todos sus días y años y lustros.
La basura de Leonia poco a poco invadiría el mundo si en el desmesurado basurero no estuvieran presionando, más allá de la última cresta, basurales de otras ciudades que también rechazan lejos de sí montañas de desechos. Tal vez el mundo entero, traspasados los con fines de Leonia, está cubierto de cráteres de basuras, cada uno, en el centro, con una metrópoli en erupción ininterrumpida. Los límites entre las ciudades extranjeras y enemigas son bastiones infectos donde los detritos de una y otra se apuntalan recíprocamente, se superan, se mezclan.
Cuanto más crece la altura, más inminente es el peligro de derrumbes: basta que un envase, un viejo neumático, una botella sin su funda de paja ruede del lado de Leonia, y un alud de zapatos desparejados, calendarios de años anteriores, flores secas, sumerja la ciudad en el propio pasado que en vano trataba de rechazar, mezclado con aquel de las ciudades limítrofes finalmente limpias: un cataclismo nivelará la sórdida cadena montañosa, borrará toda traza de la metrópoli siempre vestida con ropa nueva. Ya en las ciudades vecinas están listos los rodillos compresores para nivelar el suelo, extenderse en el nuevo territorio, agrandarse, alejar los nuevos basurales." (Las ciudades invisibles. Italo Calvino.Unidad editorial. pag. 84-86).
No pocas ciudades modernas comparten el problema de Leonia: Una voragine de consumo, una centrifuga que arroja desperdicios a velocidad vertiginosa. Lo unico que le falto decir a Calvino es que junto con la basusa arrojada en los limiutes de Leonia tambien se arrojan vidas humanas al basurero.
La casa Jackling, como se la conocía popularmente, tenía 14 dormitorios y 1.600 metros cuadrados habitables. Sin embargo, se pasó los últimos diez años deshabitada mientras Jobs conseguía los permisos de demolición que le fueron denegados con anterioridad ante el recurso presentado por la asociación arquitectónica. "Jobs sabía el significado histórico (de la mansión) y no hizo caso", comentó un portavoz del grupo sobre una demolición que consideró "desafortunada". Por el contrario, Jobs definió la que ya no es su casa como "una de las mayores abominaciones arquitectónicas" que conocía.
Los abogados de Jobs solo han confirmado el proceso de demolición, pero no los nuevos planes de construcción. Algunos elementos de la casa ya destruida, como los azulejos estilo español y árabe que la decoraban, serán rescatados, informó la asociación.
La mansión de Jobs solo es un nuevo ejemplo de una larga lucha entre las diferentes organizaciones a favor de conservar la corta historia arquitectónica de California frente a los avances urbanísticos y estéticos. La actriz Diane Keaton está en el otro lado de esta lucha, parte de la Sociedad para la Conservación de Los Ángeles y encargada de varias renovaciones en el área. "Es de vital importancia, especialmente en California, reconocer nuestras maravillas arquitectónicas, hogares por lo general de estilo español construidos en la década de los 20, 30 y 40", recordó la intérprete recientemente. Antes de la demolición de su mansión, Jobs recibió dos ofertas para que la casa fuera trasladada a otra ubicación pero el magnate de la informática y los interesados en salvar el edificio nunca consiguieron llegar a un acuerdo.
"Todavía no empezamos a pensar con seriedad en la sustentabilidad de nuestra sociedad impulsada a crédito y consumo", afirma el sociólogo polaco. Para el autor de Modernidad líquida gobiernos e instituciones han aprendido muy poco de la crisis económica reciente: la respuesta a la quiebra fue endeudarse aun más.
Por Alvin Reyes
Publicado en fines.org.doUno de los pensadores mas destacados en los últimos años es el polaco residente en Londres Zygmunt Bauman, creador del termino modernidad liquida para referirse a la época de velocidad, transitoriedad y cambio que vivimos actualmente. Para Bauman hemos pasado de ser una sociedad de productores a una sociedad de consumidores. En la etapa sólida “El capital, la dirección y el trabajo estaban condenados, para bien o para mal, a permanecer juntos durante mucho tiempo.” (Zygmunt Bauman Modernidad Liquida Fondo de cultura económica. 2000. Pag. 63 ). “Como observa Cohen “quien empieza su carrera en Microsoft no tiene idea donde la terminara” (Idem)
“Para abrirse paso a través del matorral denso, oscuro, laberíntico de la competitividad global "desregulada" hacia el candelero de la atención pública, los bienes, servicios y señales deben despertar el deseo, y para ello deben seducir a los consumidores eventuales, superando a la competencia. Pero, una vez logrado su objetivo, deben ceder rápidamente su lugar a otros objetos de deseo para no detener esa búsqueda global de ganancias y más ganancias llamada hoy "crecimiento económico". La industria actual está montada para producir atracciones y tentaciones. La naturaleza propia de las atracciones consiste en que tientan y seducen sólo en tanto nos hacen señas desde esa lejanía que llamamos futuro; por su parte, la tentación no sobrevive mucho tiempo a la rendición del tentado, así como el deseo jamás sobrevive a su satisfacción”. (Zygmunt Bauman “Turistas y vagabundos” La globalización consecuencias humanas)
Super Bowl XLV
El domingo 6 de febrero se celebro por XLV ocasión el evento deportivo más famoso de EE UU: El Super Bowl. Por espacio de cuatro cuartos de 15 minutos 22 hombres se enfrentaron por un balón de cuero llevándolo y trayéndolo por un espacio de 100 yardas finalizando con un resultado a favor de los Green Bay Packers sobre los Pittsburgh Steelers 31 tantos a 25. Esto es lo sólido, el deporte, el resultado del juego y la proeza de los jugadores.
Una búsqueda en internet con google arroja las siguientes informaciones:
· Nuevo récord mundial de 4.064 tweets por segundo durante la Super Bowl (Europa Press)
El blog de Twitter ha hecho público en su blog un nuevo récord de tweets por segundo (TPS) en un encuentro deportivo. Este pasado domingo, durante el Super Bowl, se produjo una nueva plusmarca en el registro de Twitter, con un total 4.064 tweets por segundo, superando los conseguidos durante el mundial de fútbol de Sudáfrica, donde se llegó a alcanzar la cifra de los 3.283 tweets por segundo. (http://www.europapress.es/portaltic/internet/noticia-nuevo-record-mundial-4064-tweets-segundo-super-bowl-20110210161051.html)
· Christina Aguilera acaba de vivir uno de los momentos más bochornosos de su carrera. La artista cantó el himno nacional en la apertura de la Super Bowl 2011, ante una audiencia de millones de personas de todo el mundo.
En la primera pagina de resultados de búsqueda ni hay ninguna referencia al resultado del juego y el sitio oficial de la NFL en su primera pagina lo que anuncia es una camiseta alusiva la evento. Demás esta decir que en los programas deportivos del lunes siete solo se hablaba de los comerciales del Super Bowl, del show del medio tiempo a cargo de Black Eyes Peas y del error de Cristina Aguilera al interpretar el himno estadounidense. Esto es lo liquido. Lo que no aporta nada al juego, se habla más del costo del estadio de Dallas que de las yardas de pase de los quaterbacks enfrentados.
Botox
Hoy en día todo el mundo quiere estar en forma, ya sea en la mañana temprano o al caer la tarde, el parque mirador se llena de caminantes en busca de ejercicio al aire libre. Además los gimnasios de la ciudad se abarrotan de empleados públicos y privados de clase media y alta en busca de “Mens sana in corpore sano”. Hay una moda de cultivar tu cuerpo, de ser eternamente joven, ya en nuestro país son varios los casos de mujeres muertas en operaciones de liposucción. En Modernidad Liquida Bauman señala: “Todos los que buscan estar en forma solamente saben con certeza que no están lo suficiente en forma y que deben seguir esforzándose. Es un estado de perpetuo autoescritinio, autoreproche y auto desaprobación y, por lo tanto, ansiedad constante”.
Esa ansiedad constante lleva a las personas a experimentar todos los productos y panaceas que se ofrezcan para ofrecer el estado de salud perfecto y la eterna juventud. En este contexto surgió el Botox. “Casi todo el mundo está ya familiarizado con el botox. La toxina botulínica es uno de los tratamientos antienvejecimiento más demandados actualmente. Se aplica principalmente en la mitad superior del rostro, el entrecejo es una de las zonas más habituales. Según los especialistas, esta sustancia paraliza temporalmente los músculos evitando que se contraigan, de esta forma, se previene la formación de arrugas y las existentes se suavizan hasta ser casi inapreciables. Pacientes y cirujanos lo recomiendan porque, según dicen, no requiere preparación ni cuidados posteriores, no es doloroso y no deja cicatrices. Y además, es más barato que el lifting.” (http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Arrepentidos/botox/elpepisoc/20110208elpepisoc_1/Tes).
Pero que ha ocurrido en unos años después de la popularización de la toxina: “A Martin Scorsese le cuesta cada vez más encontrar actrices que transmitan emociones en los planos cortos. El director de cine estadounidense se ha declarado contrario al efecto que conlleva el abuso del botox y de los lifting que bombardean cualquier atisbo natural de comunicación no verbal. En Hollywood la plasticidad de las caras retocadas empieza a ser un inconveniente más que un bálsamo estético.” (http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Arrepentidos/botox/elpepisoc/20110208elpepisoc_1/Tes).
Y como el mismo artículo señala, en consonancia con Bauman: “Aunque todo el mundo sueña con la naturalidad, es la "apariencia" de la naturalidad lo que cuenta. Joana Bonet, directora de la revista Marie Claire y colaboradora del programa Hoy por hoy de la Cadena SER opina que se trata de una falsa naturalidad. "Se ha idealizado porque vivimos en pleno apogeo del juvenismo. Ese elogio hacia la juventud se ha convertido en un icono, cuando en los años sesenta y setenta se proyectaba la belleza como imagen de la madurez y equivalía a plenitud. Ahora se vive una presión social para parecer joven. Vivimos implantados en esa impostura que por otro lado se justifica por el alargamiento de la esperanza de vida"((http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Arrepentidos/botox/elpepisoc/20110208elpepisoc_1/Tes).
Imagen
La imagen lo es todo en la sociedad de la Modernidad Liquida, no el ser, si no el parecer. Creo que la gran popularidad de las “redes sociales” viene del hecho de que, a través de la red, puedo mostrar al mundo lo que yo quiero que el mundo piense que soy. Por ejemplo, si me gusta el alpinismo todas mis imágenes serán sobre mis excursiones, si me gusta la vida nocturna y las discotecas esa será la imagen que transmitiré por la red.
En un reportaje publicado por BBC mundo se señala lo siguiente: “Y es que tan sólo en Facebook, Flickr, Photo Bucket e ImageShack existen más de 85 mil millones de fotografías.” (http://www.bbc.co.uk/blogs/mundo/un_mundo_feliz/2011/02/un_mundo_inundado_de_fotos.html#more).
Es tal el uso desmesurado a las redes sociales que ya se está hablando de una segunda burbuja en internet. “Pero el problema apunta al resto de compañías de Internet que, como Facebook, han adquirido una elevadísima valoración en un corto periodo de tiempo. Los 500 millones de dólares que Goldman Sachs y el fondo ruso DST han pagado por un trozo de la red social, disparando su valor de 1.000 millones de dólares a 50.000 en cuatro años, han generando una temida sensación de déjà vu entre inversores y analistas. Rememoran lo que ocurrió entre 1998 y 2001, cuando el Nasdaq se convirtió en un bingo planetario en el que hasta las amas de casa apostaban en empresas puntocom”. (http://www.elpais.com/articulo/empresas/sectores/Burbuja/puntocom/segunda/parte/elpepueconeg/20110116elpnegemp_3/Tes).
El mundo es una imagen. El mundo dejo de ser sólido. Se volvió líquido. Yo ya no soy nunca más yo. Soy la imagen que proyecto. Nos volvimos líquidos sin sustancia ni consistencia. Una caricatura, muesca de los seres humanos que fuimos.
Quiero terminar con un gesto de los hermanos Coen, cineastas independientes ganadores de varios Oscars. Durante una rueda de prensa un periodista les preguntó “Donde guardan sus Oscars? El gesto de ambos al escucharla se torció. Se limitaron a mirarse, a sonreír, a levantarse de la mesa y a saludar educadamente a la prensa.” (http://www.elpais.com/articulo/cultura/Hay/Espana/algo/Oscar/elpepicul/20110205elpepicul_1/Tes).
Un gesto que los enaltece ante una pregunta líquida.Nació en Poznan (Polonia) en una humilde familia judía. Huyendo de los nazis se trasladó a la Unión Soviética para regresar posteriormente a Polonia, donde militó en el Partido Comunista[1] y fue profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia antes de verse obligado a irse de Polonia en 1968 a causa de la política antisemita desarrollada por el gobierno comunista después de los sucesos de marzo de 1968. Posteriormente a su purga de la universidad de Varsovia, ha enseñado sociología en países como Israel, Estados Unidos y Canadá.
Desde 1971 reside en Inglaterra. Es profesor en la Universidad de Leeds de ese país. Y, desde 1990, es profesor emérito. Su obra comienza en los años 50 y se ocupa, entre otras cosas, de cuestiones tales como las clases sociales, el socialismo, el holocausto, la hermenéutica, la modernidad y la posmodernidad, el consumismo, la globalización y la nueva pobreza.
Recientemente fue creado en la universidad de Leeds el Instituto Bauman. Fue establecido en honor del profesor emerito, el interes del instiruo se enfoca en la investigacion de los procesos de los cambios sociales. Sus investigaciones se concentran en: el consumismo y la sostenibilidad, globalizacion riesgo e incertidumbre, el estudio del trabajo sociologico de Zygmunt Bauman.
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