martes, 3 de julio de 2012

Zygmunt Bauman asegura que la sociedad vive una crisis de confianza

Publicado en El Pais por Isable Landa Lopez.

El pensador polaco Zygmunt Bauman cree que uno de los problemas de la sociedad contemporánea es que no se cuestiona nada. Para el sociólogo y premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010 es necesario que resurja el ágora, ese espacio público-privado de encuentro, intercambio y diálogo entre los ciudadanos que los griegos supieron convertir con maestría en un centro político urbano.
"En occidente hace tiempo que existe una desconexión entre lo público y lo privado. Es vital que haya un intercambio de opiniones en la sociedad", señaló ayer Bauman durante una rueda de prensa junto al diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, con motivo de su presencia en San Sebastián para ofrecer una conferencia sobre ética y consumismo.

Bauman, uno de los principales faros entorno al pensamiento social, habló ayer de política, retos globales y no pudo obviar, los papeles de Wikileaks. El profesor emérito de Sociología en la Universidad británica de Leads aseguró que los políticos necesitan "una capacidad para hacer las cosas bien y otra para convencer de que lo están haciendo, porque las personas no se fían". Según Bauman, la sociedad vive una época de globalización pero los problemas se siguen solucionando a nivel local, "donde existen agentes sociales y políticos que deben responder a las necesidades de los ciudadanos". El reto para el sociólogo es crear una sociedad que actúe de forma solidaria, con la contrariedad que se da a diario entre lo que se puede hacer y se hace.

Para Bauman existe una crisis de confianza en la sociedad: "El ciudadano no sabe en quién confiar, todos somos sospechosos, la destreza que se necesita para conseguir hacer bien las cosas desde la política y que además, se sepa, es el diálogo continuo". En este sentido, el pensador afirmó que el poder de los gobiernos nacionales es cada vez menor. "Las multinacionales tienen presupuestos superiores a los estado-nación que se rigen por el mercado" y cuestionó cómo "un primer ministro puede luchar contra eso".

Bauman, que proviene de una humilde familia judía que se trasladó un tiempo a la Unión Soviética huyendo de los nazis y que militó en el Partido Comunista, ha desarrollado grandes teorías sobre los movimientos sociales y la globalización. El pasado 22 de octubre, durante la entrega de los Príncipe de Asturias en Oviedo, Bauman planteaba la siguiente cuestión: "¿Dónde queda el poder en el mundo de hoy? El poder actualmente no es sólido", señalaba.

Casi dos meses después de ser condecorado con el Príncipe de Asturias, Bauman opina sobre la divulgación de documentos confidenciales por parte del portal de Internet Wikileaks. "Los secretos siempre son una receta para la falta de confianza", afirmó Bauman, que considera un asunto complicado porque "cuando el peligro que existe está por encima de la ganancia potencial", hay que plantearse la pregunta de si merece la pena o no.

"Tenemos el derecho de marcar la diferencia entre lo que debería ser conocido por todos y lo que debería ser mantenido en secreto. Es uno de los problemas continuos que tenemos en la política y debemos de sopesar las consecuencias de todo ello", destacó.

Hombre sabio del entendimiento y el diálogo, Bauman recordó ayer que tiene 85 años y que no es ningún profeta. No sabe si los ciudadanos se verán beneficiados con la información publicada a través de los 250.000 cables que ha puesto del revés las relaciones diplomáticas mundiales pero opina que a la larga van a ser muy interesante. "No tanto los efectos inmediatos de esta información, sino que va a obligar a los Gobiernos a cambiar la manera hacer política, porque no pueden ir contra los deseos de los ciudadanos", auguró.

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