Un amigo público
en su página de Facebook la siguiente expresión: “El pensamiento crítico nunca ha
sido tan urgente como en la era del Internet, nuestro problema, la falta de
capacidad para procesar y entender.”
Una
preocupación valida dado el estado de la información y los medios de
comunicación hoy en día. Rápidamente me apresuré a expresarle: “El
sistema de educación no está diseñado para crear mentalidad critica, si no para
desarrollar gente obediente que acepte lo que se le dice por todos los medios
cada día, cada segundo.”
Fue entonces cuando otro amigo me
recordó que la gente sabe, la mayoría de las veces, pero decide ignorar a propósito:
“Alvin,
aun siendo tu punto acertado y cierto, estoy de acuerdo con Pedro. Casi todos
tenemos momentos de lucidez en los que estamos conscientes de las manipulaciones
del sistema. En otros momentos, como en este, se nos señala la realidad. Pero
ELEGIMOS personalmente ignorar las señales y hacer el esfuerzo necesario para
despertar. No debemos, por abrumador que sea el sistema, exonerar la
responsabilidad del individuo.”
Este punto de vista en ese
momento me pareció también correcto. Pero después de un par de días pensando en
el post de Pedro me puse a pensar lo siguiente: Como se puede desarrollar y
expresar una mentalidad crítica en una era dominada por el chantaje. Me explico.
Si tratas de expresar un punto de
vista critico a los matrimonios de los gays: Eres homófobo.
Si planteas que Israel no ha cumplido
las resoluciones de la ONU y que cualquier acuerdo se debe basar en el retorno
a las fronteras de 1967: Entonces usted apoya el terrorismo.
Si consideras que la mujer no ha
sabido administrar su libertad y que se ha dejado mercadear como un objeto más:
Usted es un machista compadre.
Para desarrollar una verdadera
mentalidad crítica no se debe temer a que se le encasille o se le endilguen posiciones
políticas. La valentía es un atributo que
debe tenerse presente a la hora de establecer una opinión. No debemos
ceder al chantaje de los gobiernos y corporaciones que siempre tienen sus bocinas
y máquinas de trituración dispuestos a etiquetar a cualquiera que no piense igual
que ellos. Es cierto que a algunos, como a mí, no les importa lo que piensen. Pero
en cambio hay personas que callan por miedo a que se encasille. Esos son los
que se dejan chantajear.
Alvin, todavía con la influencia bien marcada y descrita por ti, no se como con toda la información a mano nuestra época es tan dócil, puede ser que simplemente no nos interese o no nos convenga ver y razonar mas allá, es como una reflexión generalizada de que el bajo perfil es mejor que abrir los ojos, o quizás de repente nos hemos convertido en idiotas y no sabemos ni buscamos el por que.
ResponderEliminarO tal vez el sistema haya tenido exito, yo creo que ha sido eso. No es una decada que tenemos de adoctrinamiento, podemos irnos tan lejos como hasta la segunda guerra mundial para ver la genesis de lo que vemos hoy dia.
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